Establecer límites tal vez no sea tan complicado, lo más difícil para quienes son padres es lograr mantener esos límites en el tiempo, aunque los niños se resistan o los presionen para modificarlos;  y es que sin saberlo, al establecerlos pueden caer en 5 trampas que no les  permiten ser consistentes.

Primera trampa: No hacer acuerdos por anticipado: Los límites deben ser comunicados y explicados, invitando a los niños a hacer acuerdos con anticipación.

Segunda trampa: Esperar que los niños tengan las mismas prioridades que nosotros. Sus prioridades están centradas en el juego y en la exploración del mundo; realmente los niños cooperan con las normas y los límites por amor a nosotros, no porque el orden o los deberes sean de su motivación principal.

Tercera trampa: Desconocer las diferencias de cada niño. No todos interiorizarán las normas y los límites con el entusiasmo que soñamos. Cada niño tiene un temperamento y una personalidad diferente que debemos conocer para saber cómo alentarlos a respetar los límites.

Cuarta trampa: No apegarse al plan. Si dices algo dilo en serio. ¡Si lo dices  en serio hazlo y hazlo siempre!

Quinta trampa : No respetar la dignidad por el niño o por el adulto. En el momento en el que nos irrespetamos a nosotros mismos cediendo a las demandas de los niños, o los irrespetamos a ellos tratándolos mal, arruinamos la oportunidad de ser consistentes con los límites.

Ser consistente con los límites ofrece a los niños un entono seguro y predecible que les permite desarrollar los valores y habilidades que necesitarán a lo largo de toda su vida. 

¡En Melodías somos una escuela para la familia!

Ma. Alejandra Betancur 
Educadora de familias en Disciplina Positiva
@firmezayafecto